Quién inventó el bolón de verde

En verdad, son múltiples los historiadores que piensan que el auténtico origen del Bolón de Verde está en Cuba, donde lo reconocen en la gastronomía cubana con el nombre de Fufu de Plátano. El ingrediente primordial del fufu es el puré de plátano macho mezclado con pieles de cerdo.

El bolón de verde se encuentra dentro de los platos mucho más esenciales de la República del Ecuador, especialmente en las Islas Galápagos. Es al unísono el plato nacional y el plato mucho más clásico de este país sudamericano, apoyado en el plátano verde. Originario de la costa, este bocadillo es un plato clásico de los indios montuvios, quizás siglos tras la llegada del banano. Plátano a Sudamérica, introducido por Fray Tomás de Berlanga en 1516. Esta receta es afrodescendiente y todavía es muy habitual en Cuba, donde se le llama «Fufú de plátano»: puré de plátano macho mezclado con chicharrón. Esta era la comida de los esclavos africanos, lista por los conquistadores ingleses que, mientras que servían sus porciones, afirmaban: «Comed, comed». En las costas de Ecuador era común tomar café con patacones, pan de yuca o bolón de verde antes que va a llegar el trigo a Ecuador en 1852. Hasta donde se conoce, la preparación de este alimento se extendió por Manabí hasta la provincia al norte del Guayas y después a Guayaquil para ser consumido por el “pueblo” y no por la multitud de clase que desayunaba café con pan y queso. . Transcurrido un tiempo su consumo se ha popularizado en Guayaquil y hoy día el Bolón de Verde se puede probar en puestos, quioscos, tiendas y sitios de comidas de todas y cada una las ubicaciones de la región.

Radica en una bola de masa de plátano verde, prácticamente del tamaño de un puño, antes asada o frita y después desmenuzada, que se amasa firmemente con las manos, se le añade algo de sal y se mezcla con el ingrediente a gusto del comensal.

¿Qué es lo que significa un bolon?

M. Cuba y México. Montón (‖ cantidad considerable). Un montón de cosas.

Si bien no hay datos precisos sobre el origen de este bocadillo, múltiples historiadores coinciden en que se produjo en la costa y es un plato clásico de los indios montuvios, quizás siglos tras la llegada de la planta de banano a Sudamérica. , 1516 introducido por Fray Tomás de Berlanga.

El encebollado pertence a los platos preferidos de los ecuatorianos, personas de todas y cada una de las edades lo comen por distintos fundamentos: por su precio, por sus características curativas, por la generosidad de sus porciones y naturalmente por su gusto.

Jimmy Assán lo probó de niño y se enganchó. Tenía 12 años y se alzaba poco antes que otros jóvenes de su edad, para llegar antes que sonara el timbre del instituto donde estudiaba, Vicente Rocafuerte. En frente de la entrada primordial, los alumnos se arremolinaban en torno a 2 carretas que vendían una sopa de pescado y yuca. Corrían los años sesenta y el encebollado empezaba a conquistar los paladares de los guayaquileños.

La llamaban «muerte lenta» por el hecho de que se preparaba en ollas de hierro esmaltado y se servía en pequeños cuencos con cucharas que había que comunicar entre todos y cada uno de los comensales. Tras el empleo, las tazas y cuchases se enjuagaron con agua limpia antes que alguien mucho más las usara. En este momento lo llaman «resucita a los fallecidos» pues es la medicina para el día siguiente de una mala -o buenísima- noche.